Parece que fue ayer cuando el
Derrame Rock inició su andadura sin ninguna otra pretensión más que apostar
desde Asturias por un festival en el que el rock fuera su razón de ser. Una
década después se puede decir sin ningún aspaviento que este evento musical se
ha convertido en un referente dentro del circuito español de festivales.
No pudo cerrarse su décima
edición con otra banda mejor que Mägo de Oz, que fueron cabezas de cartel hace
tres años cuando todavía no habían alcanzado el estatus de gran banda, y que
anteanoche rubricaron un concierto de los que hacen afición.
Tenían ganas los madrileños de
estar en el Derrame y eso se notó abajo, en la arena. Finalizaban su tour
Girástasis y como en el Viña Rock se olvidaron del decorado del escenario y del
vestuario de época. Lo que importaba era su música y damos fe que repasaron todo
lo mejor de su repertorio, recalando especialmente en el material de los
superventas Finisterra y Gaia .
Pero antes de Mägo de Oz, que
acaban de fichar por el sello Dro y se encuentran en el proceso de grabación de
su nuevo trabajo, Gaia 2 , que saldrá el próximo otoño, hubo música de la buena
y un espectáculo de calle, War! , de la compañía de teatro Margen, que dejó
boaquiabierto al personal con su alegato contra la guerra.
Tras la mesa redonda Música y
piratería , la tarde se animó con la final del concurso de maquetas del
Instituto Asturiano de la Juventud y 40 Principales, en la que a la postre
resultaron ganadoras la propuesta reggae de Ermitaños del Río y el rock potente
de Dogfight.
Después llegó el rock metálico
y oscuro de No Apto; el heavy metal épico de Adgar; el hard rock de los
valencianos Transfer, que cuajaron un soberbio concierto; el rock desenfadado de
Despistaos, y el rock cachondo de Mamá Ladilla. Con la noche en ciernes, subió
al escenario la veterana formación romana Banda Bassotti, que fueron los
convidados de piedra del Derrame tras la caída del cartel de los británicos Toy
Dolls. El grupo, inmerso en su Deconstruction Tour , se llevó de calle al
respetable con su potente fusión de rock y ska. Sin duda, de lo mejor del
festival.
Y qué decir de Los Berrones?
Los de Tolivia se sintieron como en casa, en un entorno rural tan apropiado para
que sus canciones de agrorock tuvieron un cierto sentido. Tante, Ramón y
Olegario derrocharon humor y simpatía, cerrando así entre multitudes la gira de
presentación de su álbum en directo grabado en la playa de Poniente de Gijón.
Víctor Rodríguez
Fuente de información:
LaVozdeAsturias