Surfeando el cielo en homenaje a Duro
Fecha Lunes, 06 junio a las 22:35:46
Tema Articulos Variados


No era un aeródromo, pero se parecía. El estadio del Ganzábal y su entorno acogieron ayer una exhibición de paracaidismo y un simulacro de un rescate a cargo de la Patrulla Aérea de Paracaidismo del Ejército del Aire (PAPEA), con base en Murcia, y del Ochocientos Uno Escuadrón SAR -especialista en búsquedas y rescates- de Mallorca. Previamente, los periplos en helicóptero por La Felguera, celebrados para abrir boca, crearon una gran expectación.

La idea era cerrar la II Semana de la Aeronáutica, en homenaje al piloto Jesús Fernández Duro, de manera festiva. Y así fue. Poco antes del mediodía, decenas de niños del colegio Eulalia Álvarez guardaban cola para disfrutar de su primer vuelo en helicóptero. Había emoción entre el público y tensión entre los organizadores que no daban abasto ante las constantes peticiones.

Finalmente, se hicieron cinco viajes. 50 personas tuvieron el privilegio de ver Langreo a vista de pájaro. Olaya Fernández, estudiante felguerina, fue una de ellas. «Ha sido muy emocionante. Nos llevaron hasta Riaño y Sama. Al despegar lo pasé un poco mal... te sube algo por el estómago, pero ha sido muy bonito verlo desde el aire», relataba al bajar.

Otros se quedaron con las ganas, pero les compensó la exhibición de paracaidismo que hubo a continuación. El campo del Ganzábal se llenó para la ocasión. Al parecer, había más gente que cuando se disputa un partido. En el banquillo del campo, el coronel Roldán Villén y el general Abos Coto. Los dos han sido los invitados de honor a los actos de la II Semana de la Aeronáutica.

Dos testigos de color amarillo que cayeron de un avión indicaron el inicio del espectáculo.A 2.000 metros de altitud, cinco paracaidistas saltaron al vacío. En una caída libre que duró unos segundos les dio tiempo para forma una estrella, luego se abrieron los paracaídas y descendieron con acrobacias. Parecía que estuvieran haciendo surf. Al posar los pies en el campo del Ganzábal, el público se deshizo en aplausos.

«Es una forma de quemar adrenalina», decía al aterrizar el cabo José María Fernández. Lleva seis años practicando el paracaidismo de exhibición. «Se vive con emoción, pero también con tensión, porque se trata de hacerlo bien y habiendo oficiales mirando, más aún», apuntó.

La sargento Morga participó en la segunda exhibición. A sus espaldas lleva 450 saltos. «A estas alturas es algo normal para nosotros. Al principio pasas miedo, pero luego llega un momento en que necesitas saltar. Es una afición como otra cualquiera, que te tiene que gustar». Y al público presente, también le gusto. Algunos hasta se fueron con posters del Ejército del Aire.

Fuente de información:ElComercioDigital







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