Las víctimas no superan los 14
años, pero sus agresores, tampoco. La Consejería de Bienestar Social del
Principado tiene en marcha la investigación de 26 expedientes abiertos para
esclarecer las denuncias presentadas este año por episodios de acoso a menores
en once concejos asturianos. Las situaciones de intimidación en la que se ven
implicados niños en plena adolescencia no afecta sólo al ámbito escolar, aunque
es donde mayor incidencia se está registrando. Así, de las 26 denuncias que se
tramitan actualmente, 14 se han producido en el ámbito escolar, tanto en las
aulas como en el entorno --patio o dependencias internas-- y 12 en la calle.
Los alumnos afectados residen
en once municipios asturianos, tanto de la zona central como de las alas. Los
casos se concentran en Oviedo (6), Gijón (5), Boal (3), Gozón (2), Llanera (2),
Villaviciosa (2), Aller (2), Avilés (1), Corvera (1), Morcín (1) y Muros de
Nalón (1).
MAS MUJERES
Las víctimas suelen ser niños
que cursan estudios de Primaria, primero y segundo de la Educación Secundaria
Obligatoria (ESO) y en todos los casos los agresores suelen ser compañeros del
colegio o instituto.
Un dato significativo es que el
perfil del acosador es predominantemente femenino y responde al de una joven que
actúa como líder ejerciendo su poder intimidatorio a jóvenes de menos edad al
verlos más vulnerables y a los que amenazan --con insultos o agresiones e
incluso a través de mensajes de móvil-- jaleados por unos cómplices que son
colaboradores pasivos.
La directora general del
Instituto Asturiano de Atención Social a la Infancia, Familia y Adolescencia,
Gloria Fernández, considera que en estos temas es muy importante huir del
sensacionalismo porque detrás de cada episodio de acoso a menores hay un
auténtica tragedia en la que se ven inmersos los niños acosados y sus familias.
"La mayoría de los casos que se están investigando --explica-- responden a
denuncias por infracciones que pueden calificarse de leves. No detectamos casos
severos, pero hay que estudiarlos con detenimiento. Existen denuncias por
insultos, bofetadas, empujones y también por amenazas a través de mensajes de
móvil".
Las denuncias a su departamento
llegan a través de dos vías: por un lado, las que remite la Consejería de
Educación a través de las inspecciones realizadas y por otro, las que envía la
Fiscalía de Menores con los expedientes de los adolescentes de hasta 14 años.
Una vez que la denuncia obra en su poder, la Consejería hace un estudio social
de los acosadores y su entorno y se analiza la viabilidad de proceder a la
adopción de medidas cautelares en el caso de que se precise. Paradójicamente,
contrariamente a lo que pudiera pensarse, los acosadores no proceden en todos
los casos de familias desestructuradas y así, en los expedientes que se
investigan, se está comprobando que "en su mayoría proceden de familias
normalizadas", corrobora Gloria Fernández.
Fuente de información:
LaVozdeAsturias