El sol de REM se pone en Gijón
Fecha Lunes, 30 mayo a las 20:06:02
Tema Musica


REM ofreció ayer en Gijón gotas de buena música como única alternativa al mal tiempo. Los aficionados de toda la península no lo dudaron y decidieron acudir al concierto a pesar de todo para comprobar que, 25 años después, el grupo abonado a casi todos los recopilatorios sobre las dos últimas décadas del siglo XX sigue en forma. Las Mestas presentaba un aspecto óptimo para la ocasión y las más de 16.000 personas que se acercaron a escuchar a los de Georgia pasaron página sobre aquella de menos contenido que rubricó Paul McCartney hace un año.

Los músicos de Fábula animaron la espera desde las 21.30, con 45 minutos de música. Las estrellas no se hicieron esperar y salieron a escena a las 22.35. Ataviado con su habitual traje oscuro, corbata amarilla y pintura en la cara a modo de antifaz, Michael Stipe devolvió el saludo al público. Después, al final de su actuación, cambió ese atuendo por la camiseta del Sporting que le habían regalado para acometer los bises.

I took your name abrió el recital y el público comenzó a aplaudir y a disparar sus cámaras. Sin tiempo para comentarios, el grupo atacó uno de sus hits , WhatIs the frequency, Kenneth? . "Gracias. Buenas noches, Gijón", dijo al finalizar.

Stipe manifestó: "Ha sido un placer para nosotros comenzar esta gira en España". A pesar del mal tiempo de todo el día, la lluvia sólo hizo una aparición débil bien entrado el concierto. Fue con la canción Lift . " Cómo estais? Estais húmedos? Por nosotros?, Por la lluvia? Es Gijón", espetó Stipe encogiéndose de hombros. Los continuos cambios de instrumento de varios de los artistas propiciaron la utilización de buena parte de las 45 guitarras dispuestas en el backline .

No faltó Leaving New York , particular homenaje a la ciudad de los rascacielos --"nuestra lejana ciudad natal"-- compuesto tras el 11-S y convertido en uno de los himnos de su último disco, Around the Sun . Con todo, la nostalgia por los muertos no evita las críticas al gobierno Bush. El momento mágico fue, no obstante, Losing my religion . El clásico por excelencia de la banda elevó la temperatura en una noche fría.

Para finalizar, otra de las perlas de su discografía, Man on the Moon , publicada en 1992 y reimpulsada siete años más tarde por el biopic sobre el cómico Andy Kaufman del mismo título, protagonizado por Jim Carrey. El público sabía que es el tema preferido de REM para cerrar sus directos y se volcó coreando la letra, en la medida de lo posible.

El grupo prefirió esta vez no utilizar su avión privado y recorrió en autocar los 560 kilómetros entre Gijón y Zaragoza, localidad en la que se detuvieron el sábado, en el concierto más frío de su minigira. Dos autobuses aparcaron en el Molino Viejo a las 7.50 horas. De uno de ellos se bajaban Peter Buck y Mike Mills, que se dirigieron a pie hasta la entrada del parador. El escuálido líder del grupo, Michael Stipe, salió de la puerta del otro al pie de las escaleras. A esta temprana hora llegó la única petición en todo el día: una cerveza y embutidos ibéricos.

DIA TRANQUILO

Buck y Mills fueron asaltados a su llegada por el madrugador coleccionista de autógrafos Ander Azcárate, que tendría que esperar casi 11 horas más para lograr el del vocalista de la banda. La mañana trajo orbayu y, menos Buck, que se dio un paseo de media hora por las inmediaciones del Molino Viejo, todos optaron por quedarse en el hotel y descansar. Evitaron, además, la coincidencia con las primeras comuniones que empiezan a ocupar los restaurantes en domingo. La lluvia ahuyentó también a los fans, que no comenzaron a llegar a la entrada del parador ni a la cola de Las Mestas hasta la tarde. A las 18.45 horas, Stipe se dejó ver por la terraza cubierta del hotel hojeando lo publicado sobre el concierto de Gijón. Después de pagar fue asaltado por Ander y Gary, un fan de REM desplazado desde Bilbao que fue además el autor de la deseada fotografía. Cuatro chicas asturianas que intentaron acercarse al cantante no tuvieron tanta suerte y fueron invitadas a volver a la calle.

A las 19.00, Stipe salía del parador con el resto de la banda y saludaba a una veintena de aficionados ante a la puerta. Bajo sus gafas de sol, sonreía, pareciendo sorprendido por tanto revuelo. El grupo emprendió viaje a Avilés, donde tenían mesa reservada media hora después. Ayer hicieron noche en Asturias y hoy la abandonarán a mediodía poniendo así fin a la gira estatal, algo que, según dicen, les da mucha pena.

Fuente de información: LaVozdeAsturias







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