El museo del viento
Fecha Viernes, 20 mayo a las 17:04:46
Tema Articulos Variados


En noviembre de 2001 se ponía en funcionamiento el primer parque eólico de la región. Tres años y medio después, la instalación de Pico Gallo (Tineo), que cuenta con 37 aerogeneradores, recibe alrededor de un millar de visitas guiadas cada año.

El punto de encuentro es el centro de control, que cumple las funciones de local de recepción. Una sala de este edificio se dedica exclusivamente a acoger a los visitantes para una primera explicación, con una maqueta del parque eólico ante ellos. Y a sus espaldas, a través de los ventanales, divisan varios aerogeneradores a los que dirigen la mirada con frecuencia mientras el técnico Sergio Robles da cuenta de los datos más interesantes.

La primera visita programada para ayer al parque eólico instalado por la empresa Northeolic fue la de alumnos de cuarto de ESO del Instituto de Tineo. Más tarde les tocaría el turno a estudiantes de Grado.

Las visitas concertadas a las instalaciones de Pico Gallo se organizan para centros educativos (colegios, institutos y facultades) y organismos públicos, aunque el parque eólico puede ser visitado, sin guía, por todo aquel que quiera y, de hecho, los fines de semana son muchas las personas que se acercan para pasear por la zona.

La explicación de Sergio Robles parte de las primeras mediciones desarrolladas en 1997 por la empresa en la zona (Tineo, Allande, Salas y Cangas del Narcea) para la instalación de los molinos. La ubicación elegida por Northeolic fue Pico Gallo al cumplir varias condiciones: sopla viento suficiente, existía posibilidad de evacuar la energía eléctrica, las carreteras permitían el traslado de los enormes aerogeneradores y era posible instalarse en dichos terrenos.

En tres años se conseguían todos los permisos para que entrase en funcionamiento hace tres años y medio. Las aspas o palas de los 37 aerogeneradores, que ocupan en una línea recta dibujada de norte a sur unos 3.500 metros, comenzaban entonces a moverse al ritmo del viento.

Energía cinética

«La energía cinética del viento se transforma en mecánica y después en eléctrica», señalaba Robles, explicando a los estudiantes que existe en el aerogenerador un multiplicador que eleva las revoluciones por minuto a las que gira el aspa o rotor. Tras los apuntes iniciales llegaron las preguntas de los estudiantes: ¿A qué responde esta orientación? A las direcciones predominantes en que sopla el viento, que en el caso de la instalación de la sierra tinetense es oeste y sureste, respondió Robles.

¿Y cuál es la distancia entre aerogeneradores? Entre 100 y 140 metros y depende del diámetro del rotor, que es de 46 metros. La distancia debe ser de 2,5 o 3 diámetros entre una y otra torre.

Pregunta ahora para los alumnos planteada por el técnico de la empresa promotora del parque eólico que les pedía que mirando a las torres calculasen a cuántos pisos de un edificio equivale una de ellas. «A cuatro», dijo uno de los alumnos, al que siguió uno de sus compañeros: «Veinte». La respuesta: aproximadamente quince pisos.

Los jóvenes tinetenses, familiarizados con el primer parque eólico que se puso en funcionamiento en la región, se centraban en aspectos como la propiedad de los terrenos en los que se asienta y el acuerdo entre ambas partes. A lo que Robles contestaba que se llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Tineo, al que se pagó por la instalación y año a año de alquiler. También se interesaron por los años de vida de un aerogenerador, que se estima es de unos 20 años pero, afirmaba el técnico, no existe experiencia de otras instalaciones similares que lo confirmen ya que los parques eólicos se empezaron a instalar a finales de los años ochenta y noventa del pasado siglo, y en ese caso, con máquinas más antiguas.

«Se supone que 20 años durarán», dijo, en referencia a los aerogeneradores de unas instalaciones que tienen una concesión por 25 años. Los alumnos se enteraron ayer de que la inversión inicial se amortiza en unos siete u ocho años y que la producción mínima para que el parque eólico sea rentable es la equivalente a 2.000 horas anuales con mucho viento, a velocidad normal. «Hoy funcionan a medio gas», resaltó Robles, afirmando que otoño e invierno son las mejores épocas. Los 37 aerogeneradores generan la energía suficiente para dar servicio a 25.000 familias.

Con una visión sobre el futuro de la energía eólica en la región concluía la primera parte de la visita. «Pasa por un parón, hay 7 parques eólicos en funcionamiento y se ha saturado la capacidad de evacuación de las líneas eléctricas», señaló Sergio Robles, que indicó que el futuro pasa por el desarrollo de infraestructura eléctrica nueva. Actualmente, dijo, «se busca una solución global entre todos los promotores».

A continuación, un recorrido por la sala de control, donde los alumnos pudieron observar cómo se controla desde un ordenador el parque eólico y se puede comprobar si un aerogenerador funciona o no y a qué velocidad gira.

Tres personas se encargan del mantenimiento. Cada dos meses revisan cada aerogenerador, además de ocuparse de solucionar las averías que de vez en cuando se producen. Ya fuera del centro de control concluía la visita a los pies de una de las torres. El tiempo acompañaba y se podía divisar el resto de los molinos. Algo que no siempre ocurre en el parque eólico, situado a unos 1.000 metros de altitud, con la frecuente presencia de la niebla.

Fuente de información: lne





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