Por el filtro de los fumadores
Fecha Miércoles, 18 mayo a las 20:08:18
Tema Reportajes


Los fumadores se mantienen a la expectativa. Muchos ya no pueden encender un cigarrillo en su puesto de trabajo y lo asumen, pero lo que no pueden entender es que ni siquiera les habiliten una sala. La regulación por convenio sería una solución, aunque son conscientes de que será muy complicado arbitrar medidas intermedias. A partir de enero, comprobarán el nuevo estatus laboral de los empleados adictos a la nicotina.

Verónica Huergo es camarera en el restaurante El Casín, de Llovio. Es fumadora. A esta joven le parece "muy mal" que la limitación se extienda a los bares. " Por qué lo tienen que prohibir? Creo que no se trata de convertir al fumador en un marginado". Verónica es partidaria de institucionalizar la hora del cigarrillo : "Estaría bien si no hay otra manera. En este trabajo nadie fuma de cara al público".

José Manuel Díaz es propietario del restaurante en La Venta, en Cangas de Onís y un exfumador convencido. "Esa prohibición no me parece muy oportuna. A un banco acudes a realizar una gestión que dura poco tiempo pero en los restaurantes el cliente está más tiempo", argumenta.

En otras profesiones la situación es similar. Cristina del Alamo es la coordinadora de enfermería en el centro de salud de Pola de Siero. Dejó de fumar en enero. Cristina señala que una ley es adecuada "si se respetan todos los derechos, incluidos los fumadores", por eso cree que es necesario que se habilite "no cualquier cuartucho, sino salas bien acondicionadas". También es partidaria de que se regule en los convenios laborales.

Otro caso es el de Ismael Ramón, conductor de autobuses, al que no le afectará la norma porque ya no puede fumar. Aprovecha las paradas para tomar un café y fumarse un purito pero no le parece bien que se regule un tiempo para el tabaco "porque lo que intentan es que se reduzca el consumo".

A Nicanor Sánchez, trabajador de una empresa de perfiles de aluminio de Langreo, la prohibición no le gusta. "Depende del espacio donde estés. No es lo mismo en un lugar cerrado que en abierto". Sin embargo, acatará la norma y no peleará porque se regule, ya que es "una medida absurda, porque el que es fumador no enciende dos cigarrillos seguidos y luego lo deja".

La profesora de Infantil del colegio Santo Angel de la Guarda, en Oviedo, Encarna García, apoya la propuesta del ministerio para centros educativos y sanitarios, pero "en los espacios de ocio creo que es excesivo". La pausa para fumar le parece "un poca ridícula porque puedes aprovechar otro descanso".

José Manuel Gayo es un informático de Oviedo al que le parece "lógica" esta ley porque "está demostrado que el tabaco es dañino". Para este profesional la idea de regular la hora del cigarrillo puede "solucionar parte del problema". A su juicio, "la comprensión también está en entender a los fumadores".

Margarita Esteban trabaja como cajera en un supermercado de Avilés. No puede fumar en su trabajo pero aprovecha los 20 minutos del café y algún hueco para hacer una escapada. Para Margarita, la ley "es demasiado dura". Piensa que tendrían que habilitarse salas. Es partidaria de regular por convenio las escapadas, aunque se está planteando dejar el hábito.

Fuente de información: LaVozdeAsturias







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