Reportaje: El Mercado Clariniano de Candás
Fecha Martes, 29 junio a las 19:25:29
Tema Asturias


Los días 26 y 27 de este mes tuvo lugar, en la villa de Candás, el Mercado Clariniano y nosotros no podíamos faltar a tan importante y significativa cita. Se pretende reflejar, en dicho mercado, que nos transporta al siglo XIX, el mundo marinero y campesino que conoció Leopoldo Alas, Clarín, en su relación con Carreño, durante los cuarenta veranos que el autor de "La Regenta" y "Adios cordera", entre algunas de sus obras más reconocidas, pasó en este concejo. Esta es la crónica de dicho evento con fotografías del mismo.

El sábado nos recibía la villa de Candás con un día espléndido de sol y calor, en el que la esencia de Clarín se advertía en el ambiente(al día siguiente, último del mercado, quiso el cielo llorar durante la mañana, quizás en recuerdo de tan insigne personaje). Nada más llegar, pudimos observar como una "xarré" (carro de caballos) se paseaba por las calles de la villa con su conductor, con atuendo vaqueiro, y gentes con sombrillas de flores de la época.
A las diez y media de la mañana abría sus puertas la recreación de un mercado del siglo XIX en el céntrico parque candasín. A pocos metros se celebraba el tradicional «mercáu» de los sábados. Treinta y nueve puestos y dos «barracas» trasladaban al viandante a finales del XIX. La escenografía, mezcla del mundo rural y el marinero que se respira en Carreño, propiciaba un ambiente de añoranza y melancolía.
Podimos observar, ya a la entrada, un espacio ocupado por dos hermosos ejemplares de caballo asturcón (una madre y su potrillo), animales de bello porte y noble semblanza.



Comenzamos así un recorrido que planificamos en espiral, de afuera hacia dentro, con objeto de no perdernos detalle y acabándolo, como no podía ser de otra manera, como en nuestros años de infancia, es decir, de uno a otro puesto según nos llamaban la atención unos y otros.

Se prodigaban los puestos que ensalzaban nuestra gastronomía más tradicional. Panes, boroñas, bollos "preñaos", marañueles, empanadas, frixuelos, quesos, embutidos, miel y licores, al igual que otros productos de nuestra cocina local y regional, se repartían los aromas que invitaban a llenar el estómago al estilo de la época.



En los puestos de artesanía, pudimos disfrutar en vivo de la elaboración de redes, del encaje de bolillos, de la elaboración de objetos de barro, oropelería, vidrieras y otras muchas artes casi perdidas por el paso del tiempo, así como aperos de labranza y enseres propios del siglo XIX.



En otros, se podían contemplar todo tipo de artesanías en cuero, madera, cerámica negra, barro, flores secas, cera, y otros materiales.



Diversos grupos nos amenizaban, al mismo tiempo, con música y danzas de nuestro folklore más tradicional. Entre ellos pudimos disfrutar de la banda de gaitas de Candás, el coro Voces del Filandón de Carrió con su espectáculo "La tonada con voz de muyer", y el grupo de baile San Félix de Candás, que además regentaba un puesto propio.



Un carro de helados antiguo nos ofreció la ocasión de refrescarnos con una de sus especialidades, circunstancia que no podíamos desaprovechar, al tiempo que oíamos por la megafonía, antiguas canciones astures interpretadas por "Asturiana Mining Company" y contemplábamos, en vivo, la elaboración de marañueles.



El grupo teatral "Nun Tris" se encargaba de representar personajes del siglo XIX. El propio Clarín y un indiano, llegado de tierras más prósperas, formaban parte del montaje de época y se paseaban (levita, baúl de madera en mano y sombrero de copa incluido) entre la concurrencia y los puestos de productos asturianos mientras, uno de los actores del grupo se paseaba con la botella de clarete, de pega (o puede que no), en el bolsillo y divirtiendo a los visitantes con sus ocurrencias y vacilaciones de borracho simulado.



La parada de posta de la «xarré» era uno de los puntos que causaba más expectación. Quico «El Catalán», con su atuendo vaqueiro, no cesaba de ofrecer paseos para el mayor disfrute de la gente. El transporte lo puso Casa Llantero, de Logrezana, y fue, indiscutiblemente, uno de los éxitos de la jornada. El carruaje, de finales del XIX, era un vivo reflejo del que usara "Poldín el de La Rebollada", como se le conocía en la zona, para trasladarse desde su casa familiar hasta la iglesia de Santa María de Logrezana, donde asistía a los oficios religiosos acompañado de su esposa y sus hijos.



El artesano Pepe Llera nos mostraba la elaboración de cestos de mimbre rodeado de gran número de espectadores y, un poco más allá, La Bandina del Tombo nos deleitaba con música folk del siglo XIX.


DESCARGAR VÍDEO Bandina del Tombo


Así fuimos pasando el día entre figuras de cera, llaveros hechos con percebes, juegos de madera, maquetas de barcos, vidrieras, alimentos artesanales, y el citado borrachín nos interrogaba sobre "¿cómo ye eso de la tenoloxía dixital,oh?". Mientras, cerca de nosotros, los niños disfrutaban de los juegos tradicionales y un poco más allá, en la barraca "La Tasca de los canallas", que servía de refugio a los más hambrientos y sedientos, Pablo García se lucía con la plancha surtiendo de sardinas "con truco de la casa" a todo aquel que se acercaba por allí.



Al mismo tiempo, en la sala El Aljibe, ubicada en el mismo parque, se podía contemplar una muestra de óleos de la pintora local María pilar Menéndez en los que, homenajeando al ilustre escritor, ha centrado parte de su obra.



En la preciosa zona verde del parque, nos tomamos un breve descanso al lado de una fuente que nos llamó la atención por su armonía con el entorno en el que estaba ubicada.



Candás, volvía así a ser, durante un fín de semana, el que conoció Leopoldo Alas hace ya más de un siglo. Clarín veraneaba en Guimarán durante largas temporadas pasando los días entre Junio y Septiembre en su quinta familiar.

Según hemos podido saber, es incontable el número de carreñenses que ha cedido algún material o que ha participado de algún modo en el evento. El plan de dinamización turística de la Mancomunidad del Cabo Peñas ha puesto el dinero y todo el concejo de Carreño ha realizado un gran esfuerzo para la puesta en escena del mismo.

Desde estas páginas agradecemos el buen trato y la simpatía demostrada por las gentes de Candás y los participantes en el mercado hacia nosotros, durante nuestra estancia en tan hermosa villa marinera.

La calidad del sonido del vídeo no es muy buena, ya que fue obtenido con la cámara digital. Para ampliar las fotos, pincha sobre ellas.Si algún enlace no funciona, por favor, comunícanoslo a administrador@asturiasnatural.com

Emilio Diaz (asturcon)





Este artículo proviene de Asturias, informacion, turismo, Asturias Natural
http://www.asturiasnatural.com

La dirección de esta noticia es:
http://www.asturiasnatural.com/modules.php?name=News&file=article&sid=37