Son pisos sociales, algunos de 
únicamente 35 metros cuadrados, pero nada tienen que ver, absolutamente nada, 
con los bloques de hormigón y ladrillo visto, esto último en el mejor de los 
casos, a lo que acostumbran a ser las viviendas de alquiler bajo que ahora 
sortea la administración pública en pabellones de deportes. 
    Las tres bloques de las 98 
viviendas sociales de El Nodo, presentadas recientemente por la consejería del 
ramo, son más bien una versión inmobiliaria de Ikea. Diseño a precios módicos, 
una esperanza para el futuro. 
En pocos meses habrá inquilinos 
que por menos de 100 euros al mes dispondrán de un salón cocina, un cuarto de 
baño y un dormitorio en, posiblemente, el edificio más vanguardista de Asturias 
en estos momentos. 
Arquitectos inquietos 
Ya desde la calle, los tres 
edificios dejan bien claro que sus fachadas, sus formas y la disposición de los 
vanos ha salido de la imaginación de arquitectos con inquietudes. El uso de 
materiales metálicos, económicos pero resultones, de colores llamativos y de 
volúmenes poco convencionales, hacen de los tres inmuebles un ejemplo de lo que 
se puede hacer con un presupuesto ajustado y la imaginación de jóvenes 
arquitectos concursantes del certamen europeo Europan. 
En los tres, el corsé del 
presupuesto propició soluciones imaginativas. Así, la tabiquería en pladur de 
uno de los edificios permite que, antes de amueblar, el futuro inquilino 
modifique la distribución del piso a su antojo sin grandes obras. En el 
contiguo, forrado de metal rojo, el terrazo setentero , digno del papel pintado 
más florido, toma otro aire en una decoración interior desenfada, casi kitsch .
Soluciones ingeniosas 
Los pisos más pequeños --los 
hay de casi 100 metros cuadrados-- prevén además soluciones ingeniosas para 
aprovechar espacios. Los ventanales, por ejemplo, van de un extremo a otro de la 
pared casi en zig-zag , lo que permite aprovechar su profundo y largo alféizar 
como iluminados y bien ventilados estantes. 
Poco tiempo queda ya para optar 
a una de esas viviendas, en concreto, hasta el 6 de junio. Estar empadronado, o 
trabajar, en Avilés, no poseer una vivienda o ganar menos de 30.000 euros al año 
son algunos de los requisitos que deberán cumplir quienes luego se disputen el 
vivir en un piso de vanguardia. 
Escrito por Jesús González
Fuente de información: 
LaVozdeAsturias