La idea de una futura sociedad
intercultural y multirracial es fácilmente imaginable y asumible para las
personas que creemos en ella. Pero no debemos engañarnos, ya que no todos la
comparten y las dificultades para llegar a respetar a las minorías, que en
principio se ven con recelo, son numerosas y han terminado por convertirse en
uno de los más graves problemas de la sociedad de nuestros días.
Resulta más que evidente que, a
menudo, solemos caer en la tentación de simplificar esta realidad, cediendo ante
estereotipos que nos son presentados por los medios audiovisuales y de ficción
en los que, gratuitamente, se relaciona inmigración con delincuencia.
Pues bien, desde UGT Asturias
creemos que no podemos caer en el error de asumir sin analizar en profundidad
esa imagen consumista y superficial que nos entra a diario por los ojos, ya que
además de no corresponderse con la realidad de las cosas, provoca efectos
perniciosos que terminan abocando a la sociedad al temor y al rechazo de las
culturas que nos son extrañas y nos llevan a convivir en el recelo hacia unas
personas a las que apenas conocemos.
Antes bien, debemos luchar por
desmitificar esas generalidades injustificadas de todo punto, que se nos
inculcan de forma inapropiada, que no se corresponden con la realidad de las
personas inmigrantes y cuyo efecto de distorsión propician en muchos casos,
situaciones indeseadas.
LAS CAUSAS y los hechos que
provocan la emigración, en la mayoría de las ocasiones tienen su origen en los
problemas políticos, sociales y económicos de los países más pobres de la
tierra. Es tal la presión a que se ven sometidos sus habitantes durante todos
los días de sus vidas, que toman la decisión más desgarradora que un ser humano
puede llegar a afrontar y que no es otra que la de renunciar a sus raíces, por
la fuerza de los acontecimientos, con el único fin de conseguir una mejor
calidad de vida, que por lo general se traduce en poder hacer tres comidas
diarias y disponer de agua potable.
Ciertamente, no debe de ser
nada fácil dejar a la familia, los amigos, un país y toda una vida para
emprender un largo camino hacia otro mundo desconocido y en la mayor parte de
las ocasiones, hostil. Estamos, por mucho que se quiera minimizar, ante un drama
desgarrador que afecta a millones de seres humanos y no vale mirar para otro
lado.
Si por un instante fuésemos
capaces de ponernos en la piel de estas personas y dejásemos de lado todas las
ideas preconcebidas que tenemos hacia lo desconocido, caminaríamos junto a ellas
y no contra ellas.
ES CIERTO que el reto de evitar
los fenómenos discriminatorios de racismo y xenofobia, los brotes puntuales de
violencia y superar los obstáculos hacía la igualdad de todos no es una tarea
fácil. En todo caso, consideramos que con medidas legislativas que profundicen
en las raíces del problema, como el nuevo Reglamento de Extranjería (que viene a
paliar parte del problema), se puede avanzar hacia una sociedad más normalizada
y solidaria.
Como cada 21 de Marzo, y en
conmemoración del Día Internacional contra el Racismo y la Xenofobia, desde
la Unión General de Trabajadores de Asturias queremos promover la reflexión
entre la ciudadanía y exigir a las administraciones que pongan los medios para
conseguir una convivencia social pacífica y evitar cualquier tipo de
comportamiento y actitud racista y xenófoba que genere violencia, fanatismo y
segregación social.
Para que la plena sociedad
multicultural se haga realidad tan sólo hace falta creer en ella. Desde el
respeto, la igualdad y la tolerancia podemos conseguirlo.
*Secretaria para la Igualdad
del sindicato UGT en Asturias.
Por Ana Muñiz
Fuente de información:
LaVozdeAsturias