La instalación estaría ubicada en Carreño el municipio asturiano con mayor cantidad de instalaciones contaminantes y al borde Gijón en una zona ya muy castigada por problemas ambientales, recordando la proximidad de que la ciudad más habitada de la región estaría a menos de 1,5 kilómetros.

No se puede olvidar que justo al lado de estos grupos térmicos el I y
II actuales, hay una cementera que se quiere ampliar, un parque de minerales y a menos de 1 km. una siderurgia. Hay previsto una central de ciclo combinado a menos de 500 metros en el Musel y la peligrosa regasificadora. Alrededor de todo ello como hemos insistido gran parte de la población asturiana que sufre la elevada contaminación ambiental de la zona que con este nuevo grupo se vería aumentada con el consiguiente impacto sobre la salud de estos vecinos (ahí están los datos de las estaciones de contaminación del Principado en la Calzada)

Esta central, aumentaría el impacto que supone para la ría la mayor carga térmica lo que va suponer la refrigeración directa. Supondría mas efluentes líquidos contaminados que se generen en el proceso y por motivos de vertidos accidentales que hasta ahora no sufre ningún pretratamiento antes de ser vertido porque los grupos actuales no hay ninguna depuradora.

Se generaría un nuevo impacto para almacenar las cenizas y escoria que se producen tras la combustión del carbón, los que no se envíen para su consumo en la cementera o rellenos, precisan de vertederos.

Se aumentaría el impacto en la zona un nuevo tendido de alta tensión, teniendo en cuenta que es aconsejable el que haya un pasillo alrededor de estas para evitar incidencias sobre la salud, tal como recomienda la resolución del Parlamento Europeo A3-0238/94. Tendría un fuerte impacto la ampliación de la subestación de Carrió que conlleva este nuevo grupo, que afectaría a los vecinos colindantes de forma directa al someterse a unos elevados campos electromagnéticos por su proximidad.

Hay que recordar que se viene produciendo en los actuales grupos un incumplimiento de las emisiones que se producen de acuerdo a la Directiva Europea de Grandes Instalaciones de Combustión (2001/80/CE). Es importante también tener en cuenta el impacto que pueden suponer estos contaminantes en aquellos lugares donde sean dispersados una vez salgan por chimenea, no podemos olvidar el fuerte impacto que suponen los actuales grupos I y II con toda la permisividad de la autoridad competente en materia de calidad del aire que es el Principado de Asturias y los Ayuntamientos.

Tendría también un impacto la descarga y almacenamiento del carbón
de importación que usaría, ya que el actual parque de minerales esta saturado en su espació actual.

Debemos recordar que desde la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies nos oponemos a la ampliación de la producción eléctrica en la región, ya que resulta claramente innecesaria en un contexto en el que ya se produce aquí más del doble de la energía eléctrica de la que se consume. Esta producción se genera con el consiguiente impacto en nuestro entorno para su producción y su posterior transporte. Sí apostamos por la sustitución de las centrales más obsoletas y contaminantes por otras alimentadas de fuentes menos contaminantes.

Es por lo que esperamos se tenga en cuentas nuestra opinión y un grupo III en Aboño no se construya hasta que no se cierren los que funcionan en precario a pesar de los importantes beneficios que reconoce la empresa propietaria HC, cosa que dudamos que hagan porque están montando una planta de desulfuración para Aboño II, para cumplir por los pelos la normativa ambiental.