Reparto equitativo de la riqueza generada por el Parque.- La experiencia en los Parques Naturales asturianos nos demuestra que el desarrollo generado por la existencia del Parque, se concentra sobre todo en el sector servicios, especialmente en el turismo, pero no alcanza de forma generalizada a toda la población, y no frena el despoblamiento de los núcleos rurales. Para dar un giro a esta situación proponemos la puesta en marcha de un proyecto de desarrollo al que llamamos microcontratos para el mantenimiento de las infraestructuras y servicios del Parque. El cual consistiría en encargar mediante contratos públicos a los agricultores, ganaderos, artesanos y otros profesionales que vivan en el espacio protegido el mantenimiento de rutas, fuentes, aparcamientos, áreas recreativas, brañas, etc., y también algunos servicios de guardería, sociales y de transporte. Estos profesionales realizarían estos trabajos como actividad complementaria que les permitiría aumentar y diversificar sus rentas, que en muchos casos incluyen actividades similares en sus propiedades privadas. Los contratos deberían desarrollarse en épocas del año de baja actividad en otros sectores para favorecer su compatibilidad con el resto de actividades.

Tala de árboles.- Evidentemente, no estamos en contra de que se puedan seguir realizando talas de árboles y aprovechamientos forestales dentro del Parque, pero de forma sostenible y respetuosa con el medio. Por ello no compartimos que se permitan las cortas a matarrasa, por lo que proponemos que sólo se autorice el método de la entresaca.

Construcción de nuevas carreteras.- El Plan de Uso y Gestión debería recoger expresamente la prohibición de construir carreteras de nuevo trazado dentro del Parque por el grave impacto ambiental que producen. La mayoría de ellas innecesarias y que sólo responden a un concepto de desarrollismo económico propio de etapas que ya deberían estar superadas.

Masificación turística.- Una de las mayores complicaciones con los que puede encontrarse un espacio protegido es la masificación turística. La cual acaba acarreando graves problemas medio ambientales, y como consecuencia de ello también socio económicos por la perdida de atractivo para el visitante. Una forma eficaz de luchar contra este problema es limitando el número de plazas por instalación hotelera a un máximo de 20, y circunscritas a los núcleos existentes. Igualmente, los visitantes no deberían acceder a las Zonas de Uso Restringido Especial, pudiendo caminar sólo por una serie de rutas y caminos que se señalarían al efecto y con previa autorización administrativa limitada a un número de personas/día.

Para más información llamar a José Manuel Lago al tlf. 608477803