Dos áreas de montaña, la sierra litoral del Sueve y la Cordillera Cantábrica,
separadas por la alargada y fértil llanura del llamado surco prelitoral, definen
la orografía de este sector de la provincia. Cada una de estas tres unidades
presenta características peculiares que permiten individualizarlas y
describirlas por separado.
El Sueve es un macizo homogéneo, predominantemente calizo y orientado
paralelamente a la costa, que alcanza si máxima altitud en el Pico Pienzo (1159
m), a sólo 5 km en línea recta del mar. A pesar de haber estado sometido a una
excesiva presión humana, aún conserva un gran valor paisajístico y, sobre todo
en su cara norte, guarda retazos del magnífico bosque que antaño debió cubrir
gran parte de sus laderas y valles. Pero, sin duda, el más destacado de todos
sus atractivos naturales es la presencia del caballo asturcón, un resistente
poney de origen celta, fuertemente identificado con la región y uno de los
animales "domésticos" autóctonos en cuya conservación más esfuerzo se ha
invertido. Varias manadas de asturcones viven en el Sueve en régimen de
semilibertad durante todo el año, excepto en la época de celo cuando son
llevados a las cuadras para evitar los cruces con otras razas de caballos.
Además, resulta muy llamativa la presencia del gamo, introducido con miras
cinegéticas en los años 50 y 60 en varios puntos de la región pero que sólo ha
conseguido sobrevivir en esta sierra.
Al sur el Sueve se abre una depresión es dirección este-oeste que se extiende
sin interrupción entre Oviedo y Panes, una localidad del extremo oriente de
Asturias. Su origen se remonta a las Eras Secundaria y Terciaria cuando era una
fosa tectónica activa, una zona de la corteza terrestre sometida a movimientos
de subducción o hundimiento. Prácticamente todo el suelo útil de esta planicie
está dedicado a pastos y cultivos a parte de ser el eje articulador de la red
fluvial y de las comunicaciones centro-este de Asturias. Todas las poblaciones
grandes de este sector (Infiesto, Nava, Pola de Siero )se sitúan en esta
estrecha franja de terreno. Nava, la Villa de la Sidra es un núcleo importante
de producción de la famosa sidra asturiana y cuenta con un moderno Museo de la
Sidra, donde se recrea un lagar en el que el visitante puede participar en
su elaboración artesanal.
Más hacia el interior comienzan las sierras que conforman las estribaciones
de la Cordillera Cantábrica, enmarcando valles de un acentuado carácter rural
salpicados de pintorescas aldeas. Los bosques ocupan buena parte del territorio
y en ellos habita lo más llamativo de la fauna cantábrica: el urogallo, el pito
negro, el pico mediano, el lobo, el gato montés, la marta, la gineta, el lirón
gris,... aunque con la gran ausencia del oso pardo. Antaño abundante, como
atestiguan los informes de capturas de "alimañas" de hace tan sólo unas décadas,
hoy sólo se registra la presencia esporádica de ejemplares erráticos
provenientes del núcleo osero de Riaño, en la vertiente leonesa.
Debido a su enorme riqueza natural, gran parte del territorio de la
Cordillera considerado en este capítulo se ha incluido en el Parque Natural de
Redes, el último gran espacio protegido declarado en Asturias, articulado en
torno al curso alto del Nalón. Este Parque comprende una región de agrestes
cresterías calizas y cuarcíticas, que superan los 2.000 .m. en varias cumbres
(como las del Tiatordos y Pico Torres), y cuyas laderas conservan magníficos y
extensos hayedos.
Los valles de los principales ríos (el Nalón y el Aller) que nacen en este
sector de la Cordillera se dirigen hacia el centro de la región, siguiendo una
trayectoria sureste-noroeste. En su curso medio estos cauces discurren sobre la
llamada Cuenca Carbonífera Central, donde los abundantes yacimientos de hulla
propiciaron el florecimiento de las actividades mineras, ahora en crisis. La
decadencia de la minería del carbón impone una reforma brusca que, a buen
seguro, transformará radicalmente las formas de vida y el aspecto industrial de
estas zonas en los próximos años. Como testigo del pasado reciente, se ha
abierto en El Entrego, en la cuenca del Nalón, el Museo de la Minería. El
edificio del museo simula el aspecto característico de las minas asturianas e
incluye distintas salas de exposiciones, si bien su mayor atractivo es la
recreación de una galería subterránea a la que el visitante puede acceder por
medio de la típica jaula.
Como es general en toda Asturias, casi cada pueblo celebra su propia fiesta o
romería, algunas todavía semejantes a aquellas que tan acertadamente reflejó el
escritor de Laviana Armando Palacio Valdés en su famosa novela "La Aldea
Perdida".
Rutas
- Al Pienzo desde Gobiendes
- La Majada de las Espineras
- Por los Montes del Infierno
- El Desfiladero del Alba
- La Vega Pociellu
Fuente de información:
Luis Frechilla
García