La exigencia del Principado de
que los hosteleros pidan facturas legalizadas a los 'llampareros' se dejó notar
en las XVIII Jornadas Gastronómicas de la Llámpara de Quintes y Quintueles,
celebradas el pasado fin de semana. A pesar de que el Gobierno regional concedió
una tregua para celebrar esta actividad, el temor estaba ahí, y los hosteleros
no consiguieron abastecer la demanda.
Los hosteleros consideran que
de entrar en vigor la propuesta sería una «medida impopular». Argumentan que la
exigencia de pedir facturas no les compensa, al no tener dedicación exclusiva,
ni 'pelar' cantidades industriales de este molusco. Así las cosas, creen que
esta petición podría hacer peligrar la continuidad de las jornadas y el
tradicional consumo de llámpares.
Pese a este problema,
centenares de personas se acercaron a las localidades mariñanas de Quintes y
Quintueles para degustar el sabroso pato. La conexión con la autovía del
Cantábrico, que facilita la comunicación, sin duda, contribuyó al éxito de
público alcanzado.
Actividades culturales
Además de por la buena
gastronomía, las actividades culturales que se desarrollan como complemento,
también contribuyeron a la participación. Las jornadas arrancaron el pasado 13
de mayo con la presentación y lectura del pregón, a la que acudieron más de 300
personas, la actuación del grupo infantil de bailes Les Xanines y dos
exposiciones pictóricas de Escolín Tejero y Lucía Álvarez.
La programación se completó con
la actuación del grupo Teatro Aficionado, de Gijón, que llenó el centro social
de Clarín; las charlas sobre medicina y salud, y el concurso de dibujo y pintura
infantil.
Vecinos y hosteleros esperan
que estas jornadas sigan siendo seña de identidad de la zona y que el sistema
recaudatorio que pretende implantar la Administración regional no prospere.
Fuente de información:
ElComercioDigital