Se está distribuyendo a gran
escala por Asturias una publicación gratuita de autor anónimo y gran lujo para
ensalzar los logros del Gobierno regional en la presente legislatura, aunque en
algún sitio he leído que Areces y los suyos niegan toda relación con el tema.
¿Entonces a quién se debe tan clara -y cara- operación propagandística? ¿A un
indiano derrochador? ¿A un milagro de la Santina?. El hecho de que el autor se
oculte en el anonimato (sólo figura un «editor» de Leganés -desconocido en
Asturias-, pero no figura el autor en ningún lado) podría ser un recurso para
evitar que la publicación se relacione con los presupuestos de las consejerías y
poder eludir así el control político y parlamentario. Seguramente pronto se
sabrá lo que hay detrás, si es que hay algo.
En el tomo dedicado al Oriente
(esto va por tomos, como la Enciclopedia Británica) se reseñan las inversiones
regionales en la comarca durante la legislatura, aunque al anónimo redactor se
le va la mano e incluye obras de gobiernos anteriores y otras que aún están sin
empezar, recurriendo a fantasías virtuales. El estilo de todo el libro cae de
lleno en el género narrativo de «publicaciones electoralistas», aunque el autor
se cuida mucho de no solicitar directamente el voto por no estar aún en la
campaña oficial.
De lo que no se cuidan el autor
ni el corrector es de los errores, a veces monumentales. En lo que atañe a
Ribadesella, la primera obra que se reseña es la reparación de la carretera de
El Carmen, obra sin duda importante, pero se equivoca varias veces en la misma
página: al pueblo de Sebreñu lo llama unas veces «Sebraño» y otras «Sebreyo». En
el recuadro dedicado a la opinión vecinal, recoge la de un conocido arecista de
la zona pero se confunde en la foto (le pone la de un señor de Llanes) y también
en el cargo, pues le atribuye la Alcaldía de El Carmen, un cargo que ocupa desde
hace años otra persona. Para acabar de liarla, coloca erróneamente una foto de
una carretera de Rales en lugar de ésta, aunque, tal vez para compensar, en el
capítulo de la cueva de Sidrón de Piloña pone una foto de la cueva de Tito
Bustillo y se queda tan ancho. No sé si en todos los concejos hay este nivel de
fiabilidad, pero como se prodiguen errores así, al anónimo autor le podría salir
el tiro electoralista por la culata.
En lo que corresponde a
Ribadesella (que en cada concejo analicen lo suyo, si es que aún quedan ganas de
analizar algo en esta comarca) se reseñan otras cosas, naturalmente, unas con
más acierto (como el capítulo de la vivienda social, para satisfacción de IU) y
otras con menos. Algunas entran directamente en el capítulo de lo «futurible» y
serán sin duda pasto de la próxima campaña electoral, como el Museo de Tito
Bustillo, el centro de salud o el cauce del Malecón, obras en las que aún no se
ha hecho nada a pesar del triunfalismo oficial y del mareo de perdices durante
los últimos años. También hay triunfalismo vacío en el tema del puerto
deportivo, una obra que quedó incompleta y no se ve por ningún lado que vayan a
poner lo que falta: la luz, el agua, el combustible, el aparcamiento, la
vigilancia, más pantalanes y el resto de los servicios náuticos. Tampoco se sabe
cuándo van a dragar lo que falta (el muro y el canal de aproximación), además
del muelle pesquero y la barra del puerto, obras que son reclamadas inútilmente
a la autoridad regional. Ni siquiera hay una entidad de gestión de las
instalaciones, pues el Principado ni la crea ni permite a nadie que lo haga.
De las obras «futuribles» que
dependen del Gobierno central, como el nuevo puente o el parque de la Mediana,
ni se habla en el libro, lo que delata abiertamente que su intención es la de
hacer propaganda de Areces y del Gobierno asturiano, por mucho que lo nieguen.
Decididamente esta publicación nos mete de lleno en la campaña electoral pura y
dura, probablemente la parte más insoportable de la democracia tanto para los
políticos como para los ciudadanos. Si a todos nos desagrada, ¿por qué no se
suprime de una vez y enviamos el dinero a los pobres del mundo?
Escrito por Toni Silva
Fuente de Información: lne
