Asturias, camisa blanca de mi esperanza...
Fecha Domingo, 11 diciembre a las 14:02:49
Tema Opinión


LA Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística (INE) arroja sobre Asturias unos datos que no deben ser valorados a la ligera ni servir de base para discursos triunfalistas, tan del gusto de quienes se esfuerzan en repetir, con cierta impertinencia, el argumento de nuestra salida de la crisis, esa en la que nos instalaron y nos instalamos, allá por los ochenta (muchos estadísticos y encuestas a lo largo del año se empeñan en aguarles la fiesta).

Que los ingresos medios mensuales (14 pagas año) de una familia tipo asturiana ronden las 260.000 pesetas es un dato de puro efecto estadístico y tiene que ver con la peculiar forma de computo de los mismos (véase la ficha técnica de la encuesta) y con el sostén de los salarios y prejubilaciones del (residual) sector industrial aún en parte público, y con que el mayor empleador en esta comunidad es la Administración Pública (más de 60.000 empleos netos sumadas todas las administraciones, de un total de 400.000 trabajadores).

En una sociedad fuertemente terciarizada y con un empleo fuertemente precarizado (más del 70% del empleo en el sector servicios con salarios y condiciones de trabajo leoninas, excepto los empleos de la administración) que a nadie se le ocurra creer que la familia media asturiana goza de buena salud económica.

Este mismo argumento determina nuestra tasa de pobreza relativa, de las más bajas de España, si se tiene en cuenta que quienes más la sufren son menores de 16 años y mayores de 65 años, y que en nuestra comunidad la franja de edad de los mayores está a cubierto con las rentas pasivas que generó el sector productivo en el que la inmensa mayoría se jubilaron, la industria.

Queda por ver la tendencia a la reducción de tales pensiones en la medida que las prejubilaciones se tornen jubilaciones, nuestra sociedad se ancianice como ninguna y comiencen a jubilarse los adultos que proceden del sector servicios (en menos de 20 años asistiremos a estos cambios).

Una sociedad como la asturiana que pese a perder población de forma sistemática (sin el factor corrector de la inmigración) sigue manteniendo tasas de desempleo por encima de los 55.000 parados desde hace décadas, incapaz aún de generar cambio de tejido productivo, y a punto de despedirse de vías de financiación complementaria (fondos europeos), debe mirar con preocupación el futuro.

Otra cosa es analizar el factor sociológico que explica por qué el consumo y el nivel de endeudamiento familiar se desmelenan (comportamiento de huida hacia delante, clásico en sociedades en tensión y sin norte exacto, pendientes de un cambio de tendencia que o no llega o se hace eterno), especialmente en la vivienda y en la cesta de compra (los asturianos somos de los primeros consumidores en carnes, pescados y vinos).

Siendo maliciosos (o no tanto, hay que entender como funciona el aspecto subjetivo en una encuesta) podemos interpretar de la misma, que la percepción de que nuestro nivel de delincuencia es bajo porque tenemos poquito que robar, que nuestro nivel de contaminación es bajo porque se han apagado las chimeneas que daban de comer y nunca tuvimos afinidades con la ecología mientras el humo dio de comer, por esa misma razón y, además, nos hemos creído el discurso de la Asturias verde y el paraíso natural (desvertebrado, pero natural).

Quedan, en fin, otros datos para el análisis: la correlación entre precariedad de empleo terciarización del mismo y situación económica de desventaja de las mujeres, la imposibilidad de las vacaciones familiares para la mayoría de la población a pesar de esa peculiar percepción de que aquí todo quisque coge la maleta los puentes.

Escrito por Juan Ignacio González

Fuente de información: ElComercioDigital







Este artículo proviene de Asturias, informacion, turismo, Asturias Natural
http://www.asturiasnatural.com

La dirección de esta noticia es:
http://www.asturiasnatural.com/modules.php?name=News&file=article&sid=971