Los discapacitados dan más votos que la tercera edad, dice su representante - Asturias, informacion, turismo, Asturias Natural

La defensora del discapacitado en Valencia asegura que la orogenia y la dispersión de la zona rural asturiana dificulta la inserción social

La doble discriminación a la que se ve sometida la mujer con minusvalía física, centró ayer el debate de las 'Jornadas sobre discapacidad en el ámbito rural' organizadas por la Comisión de la Mujer. La primera en hacer su exposición fue la defensora del discapacitado de la Comunidad Valenciana, Juana Andrés Cambra, quien hizo un análisis sobre la carencia de políticas de formación y empleo para este sector de la población.

A pesar de las continuas quejas que se escucharon en la sala del Antiguo Instituto Jovellanos, Cambra reconoce que desde que en 1999 se planteó por primera vez la necesidad de atender a las mujeres con minusvalía «se ha avanzado mucho», hasta el punto de que el actual Gobierno ha elaborado el Primer Plan Nacional de Mujeres Discapacitadas. No obstante, explica que en un periodo de diez años se han impulsado más las inciativas orientadas a la tercera edad que a los minusválidos físicos y síquicos. «Los políticos son miopes porque piensan que los jubilados son un granero de votos, sin embargo los discapacitados arrastran a familias enteras», apunta.

En lo que se refiere al ámbito rural, la valenciana aseguró que la inserción social en los pueblos asturianos «es más complicada debido a la orogenia del terreno y a la dispersión de las casas. Aquí es muy importante la labor de las asociaciones de vecinos». Aún así, dijo, «son más integradores en cuestiones relacionadas con las relaciones sociales, pues los discapacitados son reconocidos como uno más gracias a la cercanía y a la convivencia en los pueblos».

Pioneros en Europa

A nivel nacional, la figura del defensor del discapacitado, una iniciativa importada de Suecia, sólo existe en la Comunidad Valenciana. Sin embargo, ningún socio europeo cuenta hasta el momento con políticas orientadas a las discapacitadas, ese es el motivo por el que Cambra se muestra «esperanzada» con un plan que el Gobierno tiene previsto aprobar este año. «Somos pioneros en Europa. Los proyectos de otros estados no tienen nada que ver con los españoles, actúan en ámbitos muy concretos. Aún así he de quejarme y denunciar la carencias», añade.

Por otro lado, manifestó que el problema de la doble discriminación no se reconoce. «Cuando hay alguna reivindicación la Administración manda a las afectadas a las organizaciones de mujeres. Simplemente la problemática no existe. Las conferencias y reuniones las organizamos nosotras», subraya.

La experta remató su intervención con la necesidad de abordar iniciativas de formación bianuales, políticas de sensibilización social y la creación de una red de servicios de apoyo.

Editado por MARÍA L. OCAÑA/GIJÓN
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