Ante la falsa polémica sobre
los daños de lobos generado por algunos ganaderos en las ultimas fechas los
grupos ecologistas abajo firmante queremos recordar algunos datos y comentarios,
para situar la realidad del lobo y la ganadería asturiana en estos momentos.
Desde la entrada en vigor del
Plan de Gestión del lobo en Asturias, hemos reseñado que la declaración de zonas
“libres de lobos” podía erigirse en un objetivo utópico y, como tal, generador
de polémica permanente. El caso de la sierra del Cuera así lo ha demostrado. En
el contexto de una población de lobos que supera los límites regionales y por
tanto los de una sierra concreta, no tiene sentido plantear la eliminación de la
especie a nivel local, pues la dispersión de lobos procedentes de áreas
limítrofes impedirá la consecución del objetivo inicial. Tal situación convierte
a la sierra del Cuera, por ejemplo, en un sumidero permanente y en una fuente de
disputa continua, generando además una situación de desigualdad en la región. El
caso del Cuera y, en general, la inadecuada gestión del lobo en el oriente de
Asturias se agrava por la nefasta gestión de la especie en el Parque Nacional de
Picos de Europa, donde su persecución no cesa ni siquiera en época de cría, como
se viene demostrando en los últimos años, incluido 2007.
A nuestro entender, la
existencia de zonas “libres de lobos” es uno de los puntos más débiles del plan
de gestión y puede llegar a poner en peligro su viabilidad en toda la región.
Datos aportados en el informe
del Plan 2005-2006:
El porcentaje de ganado
afectado fue el 0,55% sobre el total del censo ganadero (excluido el equino, del
que no existe un censo detallado); el porcentaje de ganaderos afectados es del
4,1% sobre el total de explotaciones (un 0,33% en relación al conjunto de la
población de las zonas loberas); sólo un 28% de los afectados percibieron más de
634 euros por daños de lobo al año, mientras que lo pagado en concepto de daños
supuso el 0,86% de lo percibido en concepto de subvenciones (un 0,23% de lo que
supuso la renta agraria).
Por otro lado, el declive en
cabezas por km2 fue más acusado en las zonas sin lobos (un descenso del 4,4%
entre 2000 y 2004) que en las zonas con daños de lobo (un descenso del 2,8% para
el mismo periodo.
A la vista de estos datos,
representantes de ganaderos reconocieron en la reunión del Comité Consultivo de
15 de junio de 2005 que el declive anotado en los últimos años en el sector “no
se debe a la presencia del lobo, pero demuestra la problemática de abandono tan
grande que afecta al sector ganadero” (ver Acta de la reunión)
Datos aportados en el informe
del Plan 2006-2007:
El porcentaje de ganaderos
afectados en las zonas loberas fue de un 4,1% del total de explotaciones, y el
de reses afectadas fue un 0,75% del censo ganadero en el área de distribución
del lobo. El porcentaje de lo que suponen los daños fue 0,96% del total de
subvenciones percibidas en el sector.
Consideramos que estos
porcentajes de afección son muy bajos y difíciles de rebajar aún más si no es
exterminando a la especie en gran parte de la región, o realmente adoptando
medidas de manejo de ganado que puedan prevenir daños. En este sentido, la
propia administración ha emprendido líneas de ayuda para adoptar medidas
preventivas de daños que sin embargo no han sido bien acogidas por el sector
ganadero, lo que constituye el punto más débil en cuanto a implicación del
sector ganadero de cara a adquirir algunos compromisos en el marco del Plan de
Gestión. De hecho, la administración ha sacado dos líneas de subvenciones para
adoptar medidas preventivas y de manejo de ganado, de las que una de ellas se ha
saldado con dos solicitudes y la otra con ninguna, por lo que realmente pedimos
a los sindicatos ganaderos que hagan públicos los compromisos concretos que van
a adoptar o que hagan propuestas concretas en este sentido. Del mismo modo,
solicitamos a la administración que haga una petición oficial a los sindicatos
ganaderos sobre propuestas y compromisos para adoptar medidas preventivas.
Evolución del censo ganadero en
las zonas loberas vs. zonas no loberas:
Si bien es cierto que el sector
ganadero atraviesa por dificultades estructurales originadas quizá, entre otras
causas, por las políticas agrarias comunitarias, también es cierto que la
presencia de lobos no es la causa de tales problemas, como ha sido reconocido
por los propios representantes de sindicatos ganaderos (ver Actas de las
reuniones del Comité Consultivo) y por los datos de evolución del censo ganadero
en la región (ver evolución del censo ganadero en las zonas loberas y las zonas
“sin daños”, Tabla 4, Plan 2005-2006). Sin embargo, en declaraciones recientes a
los medios de comunicación, varios representantes de sindicatos ganaderos
(algunos con representación en le Comité Consultivo del Plan del Lobo) vuelven a
culpar a los daños que ocasionan los animales salvajes (y muy especialmente los
lobos) como la principal causa del declive del ganado en la región y de casi
todos los problemas que atraviesa el sector en los últimos tiempos, generando
una clara incongruencia con sus declaraciones en las reuniones del consejo
consultivo.
En relación a las propuestas de
representantes ganaderos de solicitar la consideración de la especie como
cinegética:
Seguimos rechazando la
consideración del lobo como especie cinegética. Aunque entendemos que quizá es
legítimo reclamar tal consideración, las razones en contra, tanto técnicas como
éticas, son abrumadoras.
La administración asturiana
lleva a cabo compensaciones por daños de lobo, pagadas con fondos públicos.
Además, los ganaderos asturianos reciben cuantiosas subvenciones con fondos
públicos, muchas de las cuales llevan implícitos compromisos de conservación. En
cualquier caso, si la legislación contempla finalmente a la especie como
sometida a explotación cinegética, exigiremos que los pagos por compensaciones
de daños causados por la especie no sean sufragados con fondos públicos, sino
del propio colectivo de cazadores que aprovecha, por ocio y de forma extractiva,
pero con la posibilidad de generar recursos económicos, a la especie. Elevaremos
también estas exigencias a las administraciones europeas que gestionan buena
parte de tales fondos públicos, de los que Asturias es beneficiaria neta.
Pago de daños en zonas libres
de lobos
Por otro lado, nos preocupa la
gestion de los daños en aquellas zonas que sean consideradas como “libres de
lobos” o en aquellas otras que no siendo consideradas oficialmente como tales,
los ejemplares o las poblaciones sean sometidos a un control tal que de hecho
funciones demográficamente como sumideros (por ejemplo: Áramo, Cuera, entorno de
Picos de Europa, Manteca, Cudillero, etc.)
Creemos necesario la
conservación de la actividad ganadera en zonas de montaña que esta
desapareciendo con la conservación de las especies salvajes como el lobo.
Asociación para la Conservación
y Estudio del Lobo Ibérico - ASCEL
Asociación Asturiana de Amigos
de la Naturaleza – ANA
Asociación Medioambiental la
Cirigueña
Coordinadora Ecoloxista de
Asturias
Colectivo Ecologista de Avilés
Grupo de Recuperación y Estudio
de Espacios Naturales-GREEN
Plataforma para la Defensa de
la Cordillera Cantábrica
Para más información fnos;
Alberto 628096447 y Fruti 629892624